Es una planta trepadora nativa de las regiones tropicales y subtropicales de América. Esta especie es famosa por sus grandes y hermosas flores blancas, que se abren por la noche y cierran durante el día. Su aspecto atractivo y su fragancia dulce la convierten en una opción popular para jardines y paisajismo.
Puede alcanzar longitudes de hasta 5 metros, gracias a sus tallos flexibles que se enredan en soportes como enrejados, cercas y otras plantas. Las hojas son de forma acorazonada, de un color verde brillante, lo que complementa la belleza de sus flores. Las flores en forma de embudo pueden medir hasta 15 cm de diámetro y son especialmente atractivas para polinizadores nocturnos, como polillas y murciélagos.
Esta planta prefiere suelos bien drenados y soleados, y es muy resistente a condiciones de sequía una vez establecida. Se puede encontrar en una variedad de hábitats, desde jardines hasta áreas silvestres, donde a menudo se comporta como una especie invasora. Sin embargo, su capacidad para prosperar en diversas condiciones la hace ideal para el cultivo en jardines ornamentales.
En términos de cuidados, requiere riego regular durante los períodos secos, aunque es bastante tolerante a la sequía. Se puede propagar fácilmente a través de semillas o esquejes, lo que facilita su cultivo. Además, es importante tener en cuenta que, aunque es una planta hermosa, su crecimiento vigoroso puede necesitar control para evitar que opaque a otras plantas en el jardín.